lunes, 5 de octubre de 2020

Dicen que hoy es el día mundial del docente


Para empezar decir que me gusta más la palabra maestro que docente, la de maestro la veo más completa, más hermosa, con más empaque, pero entiendo que a muchos de los que nos dedicamos a esto de enseñar y aprender no se sientan  identificados con ella y prefieran utilizar otras, bien porque no se consideren maestros o porque realmente o legalmente  no lo son, pero bueno todos ejercemos la docencia, por lo tanto docentes.


No tengo yo muy claro si sirve para algo eso del "día mundial de... ", lo digo porque Google me ha recordado que hoy, cinco de octubre, es el día mundial del docente y claro uno que lleva en las escuela desde que entró la primera vez con cuatro año y pasados los sesenta todavía sigo en ella he pensado que algo podría decir mas o menos interesante según me salga.

Tanto unos como otros somos personas que la inmensa mayoría no pasaremos a la posteridad pero que, sin embargo, formamos parte de la historia particular de todos y cada uno de nuestros alumnos, puede que muchos nos recuerden con cariño, con nostalgia, también con agradecimiento porque de lo que ahora son, en parte, es fruto de nuestro trabajo.

Los docentes somos hombre y mujeres sobre los que recaen muchas responsabilidades y somos depositarios de muchas esperanzas, aunque esto a veces pueda abrumarnos nunca las eludimos, es más solemos asumir algunas más que no nos corresponden pero que adoptamos con agrado porque nuestra labor ni empieza ni termina en nuestro lugar de trabajo.

Para que nuestra acción tenga éxito, necesitamos de otras personas también comprometidas porque ya se sabe que  para educar a un individuo hace falta una tribu entera, sin la participación de esas otras personas nuestra labor no está completa, nosotros solos no podemos.

No se puede entender el mundo sin nosotros, como cualquier otra profesión , pero por nuestros manos  pasan  todos y en todos dejamos algo. Sabéis aquello de que nuestros alumnos podrán olvidar lo que les enseñamos pero no lo que les  hicimos sentir, también se trata de eso. Somo gente que hacemos de nuestra profesión una vocación o puede que sea al revés. 

Bueno, hoy es nuestro día, al menos que sirva para brindar con un vin, por ejemplo. 




viernes, 2 de octubre de 2020

No se trata de herramientas

 En estos tiempos de pandemia que corren y que desde el confinamiento nos hemos visto todos obligados, (con más  o menos éxito, con más o menos competencia digital pero con la mejor de las voluntades), a utilizar una virtualidad en la enseñanza y, todos raudos, nos pusimo al dia en herramientas , aplicaciones y objetos digitales,  que nos hicieran posible dar unas clases que se acercaran a la realidad del aula lo máximo posible  y así  se ha intentado trasladar a la virtualidad, a lo telemático lo que se solía hacer en la presencialidad del aula.

Se trataba de llegar a los alumnos, de que estos tuvieran sus explicaciones,  tareas y claro, sus exámenes, hay que poner una nota, (no hablo de evaluación eso es otra cosa) es decir, seguir los pasos de la presencialidad en un entorno nuevo también hostil para muchos, tanto docentes como para alumnos con diferentes circunstancias. 

Si bien es cierto que el cambio fue muy brusco e inesperado, no  es menos cierto que hasta entonces en  la realidad de muchos centros educativos y de muchos docentes, el uso de la herramientas digitales giraban en torno a un modelo educativo excesivamente libresco y academicista y estas se utilizaban de una manera tangencial sin la explotación didáctica pertinente que estas herramientas nos ofrecen, actuando de mero acompañante vistoso y confundiendo eso con innovación.

Así las cosa, nos cayó encima una evidencia, y nos dimos cuentas que no estábamos preparados para hacer cosas diferentes de  la clase con las mismas herramientas o más de las que utilizamos en clase presencial y hay quien piensa que el problema son las herramientas al intentar reproducir esas prácticas, insisto, excesivamente librescas y academicistas, en la complejidad de la virtualidad.

No, no se trata de herramientas, ni de muchas ni de pocas, no se trata de utilizar las últimas, las más vistosas,  impactantes y espectaculares, no se trata de asombrar a nadie, se trata de que nuestros alumnos aprendan, respetando sus propios ritmos de aprendizaje, de abrirles puertas a su imaginación, de proponerles tareas educativas de respuestas abiertas, de favorecer el pensar sobre el repetir, de favorecer la investigación, el trabajo en equipo..., en definitiva,  se trata de utilizar estas herramientas al servicio de propuestas metodológicas innovadoras que no por hecho de utilizar las mejores herramientas se diga que se está innovando. 

Las aulas del futuro

 Que el mundo educativo muchas veces se deja influenciar  en función de modas,  unas más pasajeras que otras , es una realidad que para nada...