martes, 8 de abril de 2014

10 años de estar juntos: Eso no es "na". Gardel dixit.


En el año 2004, o año 1 de este blog, yo aún tenía abuela, fumaba como un carretero, pesaba unos 100 kilitos, no sabía lo que era un blog, jamás había oído hablar de Twitter, odiaba el deporte y no conocía a la persona que inició esta bitácora. Tal cual lo digo. Lo que puede cambiar la vida de uno en 10 añitos de nada.
Parece mentira, a juzgar por la intensidad de mi amistad con él en la actualidad, que sólo hayan transcurrido cuatro años desde que lo conocí en marzo de 2010 cuando vino al CITA a participar en un seminario sobre Ordenadores en el Aula.  Volvimos a vernos unos meses después en una KDD de Twitter en Salamanca, a la que yo asistí en calidad de tuitero consorte. Ni siquiera tenía cuenta entonces.  Aquella quedada me introdujo en el siglo XXI en cuanto al uso personal de la tecnología y me trasladó al siglo XXIII en lo educativo. Los planteamientos pedagógicos ya los había oído en otras ocasiones, pero la forma en que se expresaban era totalmente nueva. Fue precisamente al artífice de este blog al que escuché decir por primera vez que las TIC en el aula no son nada si no existe un cambio metodológico previo, tanto en las formas como en el fondo. Lo que os decía: del siglo XXIII, me temo. Lo bueno es que todos los profesores que allí conocí eran igual de raros que él. Lo tuiteaban todo, hasta las fotos, tenían blogs (no blocs, que esos si los conocía…), abogaban por enseñar destrezas a los alumnos, por utilizar ordenadores, apostaban por internet y sin embargo decían que no es necesario usar las TIC para ser innovadores, o vuelta por pasiva, que por el hecho de utilizar TIC no eres un profesor innovador. Y como para ilustrar esa afirmación, aparece como  por ensalmo en mi pantalla el siguiente tuit, mientras estoy escribiendo estas líneas.
Podéis figuraros lo que no dirá este hombre en su blog. Por mi parte, no voy a seguir dándole vueltas a su visión educativa. Ya lo ha hecho él con la humildad de los que más saben, con la disposición generosa de que si no se comparte, el conocimiento no sirve de nada, desde su compromiso con las personas. De ahí su forma de ser. Se define a sí mismo como  Maestro de escuela de los que todavía creen que desde la escuela se puede cambiar el mundo, si nos empeñamos ;-) ,pero hubiese podido ser cocinero, o albañil, o pescadero, con la misma dedicación y entrega y con igual pasión, puesto que como digo, su interés principal son las personas. En esto sí que es un maestro. Yo ya he tenido el gusto de comprobarlo en cuantas ocasiones he podido compartir a su lado.  Y las que nos faltan…;-)
Domingomendez.blogspot.com.es cumple su 10 aniversario y aunque diez años sean la mitad de nada (na),  a decir de Gardel, en este tiempo yo perdí a mi abuela, dejé el tabaco, adelgacé dos arrobas, me hice un blog, abrí cuenta en Twitter, corrí una maratón (@dmelop tuvo mucho que ver) y tengo una sincera amistad con el maestro. Él y su blog son los únicos elementos inmutables de la década. ¡Es lo que tiene ser un referente ….!

@JLBracamonte
www.andanzasycorridas.blogspot.com

jueves, 3 de abril de 2014

10 años de estar juntos.- Atrapado en el tiempo

Es muy posible que alguno de los lectores de este blog conozca al gato de Schrödinger, ese extraño animal que, bajo amenaza cuántica, puede estar vivo y muerto a la vez. No es mi intención disertar sobre física ni tampoco sobre gatos; más bien lo que ocurre es que, en esta reflexión sobre el pasado y el presente de las TIC en el aula a la que he sido invitado, la primera imagen que me ha caído en mientes ha sido la del célebre gato muertivivo. Ahora explicaré por qué.

Este blog, que me honra como huésped, está a punto de cumplir diez años. Mirar tanto tiempo atrás en esta blogosfera educativa me hace sentirme paradójico, como el gato de Schrödinger, aunque en este caso la sensación es de hallarme en el mismo sitio o muy lejos a la vez. Me incorporé pronto al mundo de los blogs educativos y este hallazgo cambió mi vida, literalmente. Conocí docentes que compartían abiertamente sus experiencias de aula y que expresaban en público dudas y certezas que yo mismo rumiaba en privado. Dicen los expertos que uno no se ha de engañar por las apariencias en esto de las amistades virtuales, pero lo cierto es que muchos de aquellos primeros contactos en el mundo digital (antes incluso de que se hablase de redes sociales) acabaron siendo amigos también en lo presencial.

En estos afanosos años de travesía bloguera hemos crecido y hemos aprendido mucho, generalmente en compañía. Pero, al detenerme un instante a observar lo andado, siento en la nuca la inquietante sospecha de hallarme en el mismo lugar del que partí. En esa paradoja de verme en puntos distantes a la vez, sigo acompañado por muchos profesionales entusiasmados que pensaban que con las TIC se abría la puerta del cambio educativo, pero que hoy se encuentran mirando el futuro con bastante escepticismo. No son solo los recortes económicos que han paralizado inversión e ilusión, sino una sensación de haber caminado en círculos, reinventando una y otra vez las mismas recetas. Sin embargo, debo admitir que todo lo que hemos vivido en los últimos años, la revolución de las TIC en el aula, las redes educativas, la constelación de blogs, la presencia de docentes que comparten proyectos, nos ha permitido vislumbrar una Escuela diferente, un universo de posibilidades que nos parecían de ciencia-ficción, una educación del futuro a la que muchos ya no están -ya no estamos- dispuestos a renunciar. Como le ocurría al gato de Schrödinger, es posible que ambas visiones, la inmovilista y la esperanzadora, convivan en el mismo individuo y en el mismo tiempo a la par, causando esta perplejidad de sentirse atrapado en el tiempo. Personalmente, prefiero pensar que somos aún unos gatos bien vivos, a quienes les queda más de una vida, al menos en lo virtual.


Crédito de la imagen original: Schrödinger cat Nobels

La transición, a mi manera.

Había cumplido yo 16 años cuando cuatro días después muere Franco en una cama de hospital,  en esa mañana soleada y fría de noviembre  fue u...