domingo, 28 de diciembre de 2014

10 años de estar juntos: Reflexionando con las TIC y las TAC


Aprovecho la generosa invitación del autor de este blog, buen amigo y compañero, que me abre sus puertas, para que comparta en este espacio mi visión de los últimos 10 años. Necesario por tanto mirar retrospectivamente y anotar todos aquellos detalles de interés que la memoria me pueda traer.

Ya casi sin pensarlo puedo afirmar y afirmo que son los 10 años mas apasionantes y cargados de intensidad que yo recuerdo. Han podido suceder muchos acontecimientos que han sido claves y que realmente han marcado en buena medida mi trayectoria personal y profesional pero también creo corresponde a un periodo interesante por los cambios que hemos podido vivir desde el comienzo del siglo XXI, que han dejado su huella inevitablemente en el mundo educativo.

Siempre he sido un apasionado de lo tecnológico, no llego a ser un friki, pero si me gusta y atraen especialmente los dispositivos y sobre todo las oportunidades que nos brindan.
Recuerdo perfectamente como allá por el año 2004, ya disfrutaba trabajando con el ordenador, las aplicaciones de escritorio, bases de datos, juegos.... También usaba Internet, a una velocidad de tortuga, que era la que teníamos entonces. Me encantaba navegar, me sorprendía cuando descubría nuevos sitios cargados de utilidades, curiosidades, recursos, herramientas de autor... Era un mundo aún casi virgen, por descubrir y que se ofrecía cargado de posibilidades. Sin dudarlo, y pese a la mala infraestructura, hacía malabarismos en mi centro para que la red y los medios digitales llegaran a mis alumnos. Manejábamos viejos equipos con Win98 y unos pocos con WinXP, aunque eran mas que suficientes para hacer cosas distintas de vez en cuando en el aula. Entonces, mi trabajo podía ser un caso digamos aislado, porque nadie del entorno mas cercano se atrevía con esto. Tampoco tuve problemas derivados de mi actuación, menos mal.

En el año 2006 me encargo de la coordinación TIC en mi colegio, realmente todo cambió y fue sustancialmente distinto. Mi cabeza se inunda de nuevos términos que desconocía y que intento asimilar. Es en principio un gran reto el aprender como poder llevar las Nuevas Tecnologías (NNTT) al aula y usarlas adecuadamente, recopilar, organizar recursos educativos, y también el compartir lo que poco a poco iba consiguiendo en este mundillo de las TIC. Un camino de autoaprendizaje sobre todo, que emprendí con gran ilusión. Algunas palabras como Blog, wiki, web 2.0, RSS o delicious ya entran a formar parte de mi vocabulario mas usual. Creo que fueron los blogs de algunos docentes mis referentes mas importantes en esta andadura.

En ese momento también, recuerdo como empiezan a aparecer los primeros blogs de aula. Basados en una herramienta que es en sí misma fácil y potente, pero con muchas posibilidades de explotación en cualquier nivel educativo. Estimo que desde entonces marcaron una interesante linea de trabajo, que se ha mantenido hasta ahora.

Pero sin ninguna duda hay un hecho especialmente significativo que ocurre mas adelante que le da un vuelco a todo o casi todo, se refiere al uso de las redes sociales. Para mi, y supongo que también para la mayoría, la apertura total a un nuevo mundo que te facilita no solo compartir, sino conectar con otros y hasta trabajar en colaboración. Es el conocimiento compartido, el salir del aislamiento formando auténticas comunidades de aprendizaje. Lo he oido muchas veces y hasta lo he dicho también, eso de que "mi verdadero Claustro es virtual y está en la red".
Sobre todo Twitter y Facebook han jugado un papel primordial desde entonces.
La red ha hecho posible el conocimiento y difusión de experiencias, de buenas prácticas educativas. Incluso jornadas presenciales como AulaBlog, EABE o Novadors, por citar las mas importantes, que aún sin apoyo institucional, consiguen reunir anualmente a docentes deseosos de conocer, de cambiar y de mejorar su práctica educativa. He tenido la suerte de poder vivir todos estos momentos y como no de conocer gente extraordinaria y excepcional.

Algo por tanto “se ha estado moviendo” en busca de esos cambios necesarios que la escuela necesita, que puedan ofrecer una nueva perspectiva y metodología mas acorde con los tiempos que vivimos. Ya se habla menos de TIC y mas de TAC (Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento).
La verdad es que hay todavía mucho camino por recorrer porque no ha llegado a calar este mensaje en muchos docentes que siguen impartiendo clases magistrales siguiendo fielmente el libro de texto como única fuente de inspiración y consulta. Con el tiempo he podido aprender como las herramientas no son lo mas importante, si es verdad que ayudan y facilitan mucho, si no hay detrás una metodología. Los beneficiados o perjudicados según los casos, son siempre los alumnos.

Así mismo hemos descubierto que el trabajo en colaboración da buenos resultados. Este proyecto basado en la libre colaboración de mucha gente puede ser un buen ejemplo. 
En este sentido, la red también ha gestado, promovido la participación del alumnado en numerosos proyectos colaborativos. Son iniciativas que han despertado mucho el interés, han llegado a ser la chispa detonante para promover nuevas propuestas de trabajo. He participado activamente en muchos de estos proyectos, algunos hasta he coordinado, y no dejaré de recomendarlos, porque conozco bien todo lo bueno que podemos conseguir.

No quiero olvidarme de las nuevas corrientes que están surgiendo recientemente, propuestas innovadoras que pretenden cambiar la metodología, dandole la vuelta a la clase ( Flipped classroom), o incluso usando juegos ( Gamificación). El ABP está popularizándose por fín.
La propia formación del profesorado está cambiado con las plataformas de e-learning  y los cursos masivos en formato MOOC. 

Si nos fijamos en los dispositivos que están presentes en nuestra vida diaria, ya se van adoptando en el entorno educativo las Tablets y hasta los teléfonos móviles, porque son mucho mas polivalentes, rápidos y portables que los PC de escritorio o incluso que los ultraportátiles. Inevitablemente llegarán en poco tiempo a nuestras aulas. Es el futuro mas inmediato que tenemos, desconozco obviamente cual será su duración y aprovechamiento, evidentemente, tendrán su etapa gloriosa o transitoria como lo han tenidos otros medios a lo largo de la historia.

En fín, valgan estos puntos reflexivos para hacer un ligero balance del presente y de los años pasados.

Seguiremos adelante, un nuevo año, con mas ganas si cabe, y espero que muchos mas...... y dentro de otra década podamos hacer también recuento de lo acontecido.

Ahora si tengo claro algo, después de mi experiencia y es que el camino, se recorre mucho mejor acompañado. 
Nos vemos en la red o en algún sarao educativo.

lunes, 22 de diciembre de 2014

La excelencia en la escuela

Cada vez que oigo a alguién hablar de la excelencia en la educación me da por pensar en mis alumnos, en los que tenido, los que tengo y los que tendré y es que para mi todos son excelentes, unos con unas cualidades y otros con otras pero excelentes, así que mucho me temo que los  que hablan de buscar la excelencia en la escuela no están pensando , como en mi caso, en todos los alumnos sino en determinados tipo de alumnos que les ayuden a ellos a alcanzar unos resultados medibles en unas pruebas determinadas  basadas en unos estándares de evaluación que, desde mi punto de vista, poco o nada tienen que ver con la educación, y mucho con el marketing educativo que, existir tambíen existe.
 
Me imagino esa escuela excelente mas cerrada que abierta, no sería una escuela para todos sino para los mejores, para los que saquen mejores notas en los exámenes, porque en el fondo se trata de eso, de sacar las mejores notas en los exámenes, para luego subir eso que llaman nivel y "entrenarlos" en  hacer exámenes cada vez mejores y así la educación en las escuelas se convierte en una institución que más que educar se dedica a enseñar a aprobar exámenes y quedar bien en las evaluaciones externas porque hay que dar la nota y alta, nunca mejor dicho.

Y en esto que hay  muchos alumnos que, siendo excelentes, no sacan buenas notas, no aprueban todos los exámenes y no dan "el nivel " por las circustancias que sean, personales, familiares , sociales... me da la impresión que se piensa poco o nada en estos alumnos cuando se habla de buscar la excelencia en la escuela, ese tipo de alumnos que a decir muchos bajan "el nivel" de la clase e incluso hay quien asegura que  impiden que los otros saquen mejoras notas,  y en base a esto se toman decisiones para buscar la excelencia si, pero la excelencia de los otros los que dan  "el nivel" los que darán la nota en las evaluaciones externas y hará que subamos puestos es esos rankings de centros que ya se han publicado y se haga creer que los primeros son los mejores y los ultimos son los peores.

Y pensar que en  sociedad no necesita solamente  personas que aprueben exámes sino personas creativas, que resuelvan problemas, que sean capaces de elaborar proyectos de mejora en todos los ámbitos, capaces de trabajar en equipo de aprender, desaprender y reaprender en todo momento y aquí te puedes encontrar  tanto a los que aprueban los exámene como a los que no.

Y se acaba favorenciendo a unos pocos, los que menos lo necesitan, en perjuicio de aquellos alumnos menos capacitados pero demantes de un derecho  a una escuela integradora e inclusiva, no competitiva,  con servicios de apoyo y refuerzos educativos de calidad, con una organización flexible y con altura de miras más allá de los resultados de unos examenes que muy poco tienen que ver con la educación.


Y puede que nos intenten confundir con los términos calidad educativa y excelencia educativa y creo,  honestamente,  que no es lo mismo. Una escuela de calidad es una escuela para todos,  pero una escuela excelente es para unos pocos. Una escuela es de más calidad cuando es capaz de sacar lo mejor de todos  y cada uno de sus alumnos, y una escuela excelente busca el mejor resultado posible de los que sacan mejores notas en los exámenes, una busca educar , la otra subir "el nivel" , una busca compensar,  la otra competir, una busca incluir, la otra seleccionar.

viernes, 19 de diciembre de 2014

10 años de estar juntos: ¿Qué estaba haciendo yo hace 10 años?... DESAPRENDIENDO, seguro

     Querido profesor: 
      Si te digo la verdad no me acuerdo en donde estaba yo hace diez años. Cosa curiosa la mente humana, al menos la mía, porque puede recordar, con todo detalle, y hace bastante más de diez años, el día que un profesor de "Lingua Galega" me regaló el libro de poemas "Longa noite de pedra" de mi vecino Celos Emilio Ferreiro, obra, por cierto, que ya no me abandonó jamás, y que sigo leyendo una vez al año, y que cada año "saboreo" con más intensidad. Como digo, puedo recordar ese día, incluso la hora, y no puedo recordar donde estaba hace 10 años. 

     Lo que si sé es que hacía... hace diez años, empezaba a "desaprender"... si, seguro... era el inicio de mi proceso de "desaprendizaje". Lo sé porqué fue lo que empecé a hacer en el mismo momento que comencé a trabajar, y sigo con el proceso, aunque ahora en menor medida.

     Es que cuando llegamos al aula, nadie nos avisó de lo que nos íbamos a encontrar, de cómo actuar, de cómo resolver las diferentes situaciones que nos encontraríamos día a día...

     Por cierto, profesor, no crees que para cambiar la educación, primero deberíamos cambiar esta situación.

     Pero bueno, no nos desviemos del tema. No sé lo que me pasa, pero últimamente "suelto" alguna frase, algún pensamiento, sin venir a cuento, es como si me poseyese un gurú educativo, una de esas personas que llevan años sin "pisar" una clase, pero los calificamos como "profesores excelentes" por las bellas frases que dicen.

     Como digo, me encontraba yo en pleno proceso de desaprendizaje, intentando convencer al diablo para que implantase en mi la capacidad de motivar e ilusionar a mis alumnos. Incluso le ofrecí mi alma, pero se ve que no quiere tratos conmigo. Estaba dispuesto a venderme como "alma en pena" a la Santa Compaña... pero nada.

     Encontrándome, entonces, en tal encrucijada, llegó a mis manos, no sé el cómo ni el porqué, el proyecto KUENTALIBROS, y entonces todo empezó a girar al revés.

     Con el fin de conocer a varios kuentistas, mis pasos se dirigieron a Peñaranda de Bracamonte; y el diablo, no solo me hizo participe del aprendizaje compartido en talleres con Lara, Dacil, Fernando o David, sino que me permitió conocer a José Luis y a Carmen, matrimonio que me adoptó rápidamente, y me ayudó a conocer a otros muchos docentes, a los que admiro e intento copiar, entre los que te encuentras tú, y que al conocerte me dije "pues no es una utopía, ni un sueño, ni una fantasía... realmente existen docentes como tú quieres ser"

     Por cierto, profesor, no crees que las competencias no deberían ser de primera o de segunda, que para la humanidad fue igual de importante Mozart, Newton, Dali, Cervantes o Platón.

     ¡Eh! que me estoy saliendo del tema, de nuevo.

     Como digo, fueron esos tiempos lo que me llevaron a volver a aprender, y a basar mi trabajo y el de mi alumnado en un aprendizaje colaborativo, un aprendizaje sin paredes, sin trabas, sin mesas individuales... un aprendizaje lleno de colores, ruidos, movimientos, fuegos artificiales. Un aprendizaje en el que intentamos aplicar cuatro reglas básicas "adoptar, adaptar, crear y compartir"... Un aprendizaje en el que no haya tarimas, en el que todos aprendamos de todos, en el que todos sumemos... en fin, un aprendizaje vivo.

     Por cierto, profesor, no crees que si no utilizamos todo lo que está en nuestra manos para que los alumnos aprendan y consigan su meta, somos culpables de su fracaso.

     Y fue aquí, en ese preciso instante, en el que las tics entraron en mi aula. Entraron como una herramienta más, como una ayuda, como un medio, nunca como una meta, nunca como un fin. No podemos olvidar que nuestro único objetivo, nuestra única meta, es conseguir que los alumnos se ilusionen por aprender, que disfruten, que adquieran un pensamiento crítico... en resumen, que "aprendan a ser", que "aprendan a hacer", que "aprendan a estar". Porqué yo me sigo negando a que el mañana de mis alumnos sea el que Dios quiera.

     Ufff... que tarde se me está haciendo. Otro día seguimos hablando de las tics en educación, delante de una caña bien fría de Estrella Galicia, por supuesto.

     Hasta más ver



    PD: Algunas veces que creo que la Santa Compaña sí me hizo caso y se apoderó de mi alma, lo que pasa es que se disfrazó de mi PLE

jueves, 18 de diciembre de 2014

10 años de estar juntos



Tal día como hoy pero hace diez años publicaba esta primera entrada en el blog, tengo que decir que cuando esto ocurría, no era para nada consciente de la tremenda aventura educativa y por lo tanto personal que estaba iniciando, si pretendía iniciar un espacio de reflexión y de intercambio de experiencias y ha sido eso y mucho más que eso.

He de confesar que cuando me hice maestro, por los primeros años ochenta, nunca me habría imaginado que la mejor manera de serlo y de hacerlo era escuchando y mirando a mis alumnos y aprendiendo de mis compañeros, aún sabiendo que venimos de una cultura donde el trabajo en equipo y colaborativo era una excepción. Descubrir el planeta educativo de AulaBlog, supuso un salto cualitativo en mi manera de entender lo que estaba ocurriendo mas allá de los muros de mi clase y mas allá de las puertas de mi centro. Cientos de profesionales abriendo sus aulas y sus experiencias al mundo como nunca antes había ocurrido, tenía que despertar en muchos docentes ese aspecto colaborativo que haces que te sientas orgulloso de formar parte de un todo dinámico que solamente buscan una escuela mejor , solo eso y nada mas que eso.

Así, poco a poco, vas descubriendo un mundo real que intuías que existía pero no sabías muy bien por donde,  y te entusiasmas de tal manera que quieres devolver con prisas todo lo bueno que este mundo te está dando y este, mi querido blog, ha sido y es la herramienta para hacerlo. Si,  ahora están  twitter y otras redes sociales, pero quiero rivindincar el uso de los blogs como herramienta de primer orden, aunque hayan perdido protagonismo yo los sigo considerando como lo que fueron, el buque insignia de la Web 2.0 y favorecedores de metodologías innovadoras.

A lo  largo de estos cortos 10 años, me he encontrado con enormes docentes que han pregonado a los cuatro vientos sus experiencias, inquietudes, reflexiones..., eran  grandes profesionales a los que el uso de la TIC lo ha hecho todavía mas grandes y  mejores,  contando lo que piensan y lo que hacen para regocijo de todos aquellos que estamos dispuestos a aprender,  y no me ruborizo al decir que en mi vida profesional hay un antes y un después de encontrarme con todos ellos. Algunos  de estos han tenido la amabilidad de asomarse por aquí a participar en su décimo aniversario y aparecen y aparecerán con su firma en la columna de la derecha como autores del blog,  y es que sin ellos este blog no hubiera sido nada, solo hubiera durado apenas unas semanas. Sin duda, son todos los que están pero no están todos lo que son, sería imposible, para todos ellos mi mas sincero agradecimiento y reconocimiento, es para mi un honor  contar con su amistad y  con su experiencia.

Ese tremendo placer de saludar, abrazar y compartir mesa y mantel con compañeros que has conocido por la red y con los que coincides en  muchas más cosas que  las  tu mismo crees, y curarte de esa sensación de soledad de los que piensan que en  la escuela se puede y se debe hacer las cosas de otra manera, eso no tiene precio.

En estos 10 años y en todas mis entradas he intentado ser sincero conmigo mismo y exponer, contar, analizar, con lo pies en el suelo, mi idea de la educación, de la escuela y de los profesionales que la hacen, siempre desde el respeto y la humildad. He intentando huir de las grandes proezas educativas al amparo de las TIC  y de los fuegos de artificio, me ha interesado siempre y me interesa, el docente a pie de aula que, siendo ya innovador, se encontró con las TIC en su camino  y se atrevió con ellas  para que sus alumnos aprendan de otra manera.

Seguramente el camino recorrido no es de rosas ni falta que hacía,  ha sido un camino  de incertidumbres, de ilusiones, pero sobre todo de descubrimientos y de encuentros, pero no debemos engañarnos, el largo y duro camino de cambiar la escuela no ha hecho más que empezar, hay grandes resistencias de todo tipo,  personales, corporativas e institucionales,  pero si tengo claro que hay que recorrerlo, no  en busca de una escuela excelente sino en busca de la mejor escuela posible para todos.

Y pasarán otros 10 años y seguiremos buscando la  escuela que queremos, la que soñamos  y que nunca llegaremos a encontrar, pero eso, precisamente eso, es lo mejor que nos puede pasar. 



miércoles, 17 de diciembre de 2014

10 años de estar juntos, o lo que pudo haber sido...y fue!!

No quiero que pase el día sin hacer lo que prometí: escribir esta entrada para mi compañero y amigo Domingo, en el 10 aniversario de su blog.
Leo algunas otras entradas para inspirarme y al echar la vista atrás me imagino hace diez años...ya llevaba 8 en mi colegio, ya estaba metida en el mundo de los ordenadores, aunque no de las redes sociales. Por tanto, navegaba sola por los mares del frikismo tecnológico-docente aprendiendo lo más básico.
Esto de no ser nativa digital tiene sus contras, y la contra era ese aprendizaje contra corriente y contra lo establecido.
No me gustaba lo que se había hecho siempre. No me gustaba lo que mi profesión ofrecía a los alumnos. Estaba segura de que había otro modo...pero yo sola...tampoco tenía ni medios ni conocimiento suficiente.
Hasta que llegó Twitter. Creo que hace unos siete años que publiqué mi primer tuit, en un lugar que no tenía claro ni para qué servía ni qué iba a ofrecerme. Lo que siguió, desde entonces hasta ahora, lo sabéis vosotros bien, porque algunos lo han vivido y compartido conmigo.
Docentes en red...maestros y maestras, profesionales de la educación, de la pública, privada y concertada, con medios o sin ellos, con imaginación y creatividad y, sobre todo, con ganas de cambio. La red se hizo más grande y el aprendizaje conectado nos hizo más fuertes. Como ya no teníamos bastante con esos 140 caracteres, nos presentamos en quedadas, en jornadas, en eventos varios, como esponjas ávidas de saber, de inventar, de aplicar.
Y nuestras escuelas cambiaron, para bien o para mal nuestro, pero empezó algo que ya no se pudo parar. Al principio los compañeros se quejaron, protestaron y se volvieron en nuestra contra, pero con el tiempo y la insistencia se consiguió que la mentalidad general se volviese más laxa y comenzasen a usar otros métodos, basados o no en la tecnología, pero diferentes.
En estos últimos diez años mi escuela es otra, y eso que somos básicamente los mismos. Mi claustro presencial ha cambiado su manera de ver la educación, en general, algo que mi claustro virtual ya había descubierto hacía tiempo.
La gente de mi red habéis sido siempre adelantados a vuestro tiempo: revolucionarios pedagógicos, inconformistas, protestones, críticos constructivos, temerarios docentes...amig@s, maestr@s, sabi@s. Lo que hemos intentado juntos en estos años, esa vuelta a la tortilla educativa, ese usar las TIC como medio, mirar a las metodologías revolucionarias, no ha sido más que un acto de amor con nuestros alumnos. Y ahí están, los que se fueron y los que vendrán, pasando por las manos de quienes, en estos diez años, han querido transformar sus vidas en algo con un poco de sentido.
Mi balance en estos últimos diez años es altamente positivo: amo más mi profesión, me gusta más trabajar en equipo, disfruto de la evolución de la tecnología, vivo con más intensidad inmersa en pleno cambio. Con vosotros y para vosotros!!


10 años de estar juntos: viajando por el tiempo

El lápiz, el encerado y la tecnología más innovadora puede y
debe convivir en el aula en torno al alumnado
Pasaba por aquí, he visto la puerta abierta y me quedo un rato a charlar del número 10, si no os parece mal. 
Es curioso el poder que le otorgamos a este número, ¿no?. Es tan especial que le ponemos nombres exclusivos: una decena, una década, incluso le ponemos el epíteto de prodigiosa como si por si sola no fuese suficiente.
Contamos hasta 10 para jugar al escondite, y los americanos parten desde este número hasta el cero para felicitarse el año nuevo… pobres, no conocen las uvas. 10 es lo máximo que contamos con las manos y 10 es la nota máxima que le damos por aprender…¿seguro? Nos hemos acostumbrado a que un número es el resultado de aprender y el 10 lo más de lo más, hasta la nueva ley nos habla de notas y esfuerzo como si solo con decirlo, las neuronas de todos nosotros saltasen de alegría en los cerebros. es lo que tiene cuando de educación hablan los que tienen menos interese en que vaya bien. Pero ese es otro tema.
Como os decía, pasaba por aquí y me han dicho que alguien cumplía 10 años por tener montado no-sé-qué (que conste que cumplo las condiciones, me han dicho que no nombre ni quién ni qué y eso hago escrupulosamente).
Ahora en serio… han pasado 10 años y lo primero que se me pasó por la cabeza cuando me lo comentaron fue preguntarme a mi mismo dónde, qué y cómo estaba trabajando en el aula hace 10 años. 
Y ciertamente, casualidades de la vida, es más o menos la época en la que comenzaron a dejarme margen de maniobra y donde empecé un viaje, un “think different” posible gracias a pequeñas puertas que se abren, pequeñas ranuras del sistema y pequeñas oportunidades del momento adecuado con la gente idónea. No es que mi cabeza no le diese vueltas ya a muchas cosas, a muchas maneras y a muchas tecnologías. 
De hecho ese año habíamos construido, entre un compañero y yo, un cuento audiovisual. Traducido por nosotros mismos al gallego, ya que no existía en nuestra lengua, diseñado artísticamente y elaborado visualmente a un nivel que, por aquel entonces, podríamos habérselo ofrecido a una editorial. Los “pollitos”, así llamaba yo a mis pequeñas y pequeños del aula, y ellos a mi “papagayo" -no sé que querían decir con eso… no hablo tanto :-)))- ponían las voces a los personajes, nada más. Fue un trabajo muy lindo… hasta que me di cuenta de que de tan lindo que era, no era educativo. No había significado nada para el alumnado, no podía, era imposible, no les había dejado más que ser simples espectadores del proceso.
Ese año, algo me cambio dentro, no mi consciencia de que resultaba extremadamente necesario abordar otras alfabetizaciones, otros lenguajes… lo que los ingleses denominan “digital literacy” o alfabetización digital, pero si otras maneras de hacerlo DESDE el alumnado, otros modos de trabajar en el que el docente tiene un papel diferente, donde el alumnado es el artífice de su propio aprendizaje y creo que este viaje sin fin en el que estamos inmersos vale la pena sobradamente. 
Por aquel entonces, trabajar con tecnología en el aula era muy difícil: pocas eran las aulas con ordenadores en un rincón al mismo nivel que la cocina o la mesa de manipulativos, se llevaba en muchos centros aquella anacrónica idea del aula de informática (como si hubiese una aula de encerados o un aula de lápices… que tiempos ¿pasados?), lo más “móvil” era un ladrillo de portátil de más de 2 kg, las conexiones eran paupérrimas, difícilmente accesibles desde los centros y el mundo tecno-educativo miraba en torno a los contenidos… espera, estoy hablando en pasado!! ¿De verdad que el sistema educativo ha dejado eso atrás? mmhhh!! tengo mis dudas.
Un tiempo después encontré a Ken Robinson y desde entonces supe que mi modo de pensar no era tan “raro”, que la creatividad era un motor fundamental y los lenguajes actuales eran tan o más importantes de trabajar en el aula como el texto.
A nivel tecnológico, hemos cambiado sustancialmente. La tecnología se ha vuelto más transparente, más ubicua, más social y más audiovisual. Pedagógicamente salen a la luz movimientos pedagógicos muy potentes, por fin vemos hablar abiertamente de PBL, de CBL, design thinking, flipped Classroom, inteligencias múltiples y si, la CREATIVIDAD, claro que si!… lo metodológico adquiere por fin máxima relevancia y protagonismo y me alegro muchísimo. 
Contamos con enormes posibilidades de llevar a la realidad proyectos en los que el alumnado es el verdadero actor del aprendizaje, sólo nos falta mantener ese nivel en cuanto al material humano.
Ciertamente existen muchos ejemplos de persona que trabajan muy bien, que son referencia, modelos y vanguardistas que nos enseñan sobre todo qué hacer… pero muchas veces están solos, están aislados en la corriente del que trabaja como hace 10 años, sin hacerse una verdadera y profunda discusión interna que busque más un cómo que un qué en su labor docente diaria. 
Quizás eso es lo que menos ha cambiado en la realidad analógica y lo que más en la realidad virtual: la sensación de que mucha gente se siente sola en su aula en medio de un océano de viajes al pasado, mientras mantiene su alegría descubriendo y redescubriendo en su viaje vital en las redes sociales -¿os acordáis cuando no leíais un tweet o visitabais vuestro muro?-, en los blogs, en los movimientos como EABE, AulaBlog o Novadors personas, centros, dinámicas de trabajo hasta un punto en que se convierten en parte de tu familia, de tu amistad.

Ha sido un viaje alucinante durante estos últimos 10 años pero que, afortunadamente, sigue sin llegar a la meta. Todavía hay mucho que descubrir, por encontrar y por aprender… si esto ha sido así de increíble hasta ahora, no me pienso perder los próximos 10 años, cuando lleguemos allí nos lo contamos, ¿de acuerdo?

martes, 9 de diciembre de 2014

10 años de estar juntos - En lo bueno y en lo malo


Hay quién dice que para revolucionar la educación no es suficiente con la innovación, tenemos que ir a la disrupción. Así que, aún pecando de no ser educado, voy a empezar este post rompiendo una condición que me había puesto Domingo cuando me invitó a escribir en su blog, agradeciéndole que me permita entrar en su casa, casi sin llamar, y dejar una líneas como homenaje a él y a su blog. Es para mi un honor porque siempre he considerado a Domingo maestro de maestros.

Una de las mejores cosas, sino la mejor, que ha traído estos 10 años ha sido poder conectar con personas que, de otra forma,  habría sido impensable hacerlo. Conocí a Domingo, o mejor dicho su trabajo,  hace muchos años en la red, y a él personalmente hace unos pocos en una de esas quedadas anuales de profesores, en tierras salmantinas. La última vez que hemos compartido conferencias, talleres y mantel, fue el pasado octubre en Madrid. Allí tuvimos oportunidad de charlar sobre prácticas innovadoras inusitadas e insospechadas en la última década. ¿Te acuerdas Domingo? Tienes una ponencia pendiente de ver.

La educación es el ámbito social y profesional que más heterogéneamente ha evolucionado en estos últimos 10 años. Una década donde la tecnología se ha impuesto de forma definitiva en nuestra manera de vivir.

A nadie se nos ocurre pensar, cuando vamos a  hacer un trámite administrativo que en tal ventanilla, el funcionario de turno nos lo gestionará con medios informáticos, y en la de al lado nos encontraremos con un escribano que hará uso de papiro y tinta para expedirnos el certificado que necesitamos .

O cuando vamos a tratarnos una dolencia, esperamos encontrarnos en cualquier centro de salud u hospital parecidos protocolos médicos y similares medios tecnológicos.  No esperamos que un especialista nos haga una resonancia y otro, en el mismo hospital,  nos intenvenga quirúrgicamente para averiguar el origen de nuestra enfermedad.

En educación, sin embargo, en distintos centros, e incluso en diferentes aulas del mismo, podemos tropezarnos, con bastante  facilidad,  con realidades muy distintas.  Distintas y distantes. Separadas, incluso, por siglos.

¿A qué es debido esto? Muy probablemente al poco respeto que se le tiene a la Educación, en mayúsculas. El pilar básico de nuestra sociedad tendría que ser mimado hasta el extremo por nuestras administraciones, y evidentemente sucede lo contrario: siempre ha estado maltratada. Y como le oí al amigo Fernando Trujillo hace poco, los que estamos dentro, los docentes y las familias, nos llegamos a creer el engaño, repetido en los medios hasta la saciedad,  de que todo lo hacemos mal.

Sólo hay que echar un vistazo a lo que ha sucedido en esta última década. A pesar de la administración, que sólo se ha ocupado de llenar las aulas de cacharrería, sin dotarla de un contenido metodológico, y sin ningún objetivo pedagógico, muchos docentes, han cogido el toro por los cuernos y se han lanzado, con muy pocos medios, a poner patas arriba todo lo que se estaba haciendo, y a emprender en sus ámbitos llevando a cabo cientos de prácticas educativas de éxito. La blogosfera y las redes sociales son fieles testigos de ello.

Y lo han hecho a cambio de nada. Lo contrario, robando horas a su vida privada y familiar, soportando muchas veces presiones de compañeros y equipos directivos, siendo cuestionados por la administración,... Y como único premio, no el que dan, de vez en cuando, instituciones o empresas, sino el emotionware, que un día acuñó mi primo Fernando G. Páez, y que nos fuimos contagiando unos a otros.

La tecnología educativa en estos últimos años ha servido, sobre todo, para eso, para contagiarnos, para conocernos, para saber que sí se puede, y para tener una palabra de aliento a cientos de kilómetros, cuando nos fallan las fuerzas. Porque.. ¿a quién no le han fallado las fuerzas alguna vez?


lunes, 8 de diciembre de 2014

10 años de estar juntos: ¿Escuela 2.0.?



Durante unas Jornadas en julio de 2013

Agradezco de antemano a Domingo Méndez por haber pensado en mí e invitarme a escribir una entrada en este blog con motivo de su décimo aniversario.

A través de estas letras, me gustaría poder transmitir lo que pienso y siento sobre la evolución de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (no digo “nuevas” porque de nuevas no tienen nada) a lo largo de este último decenio.

Mi mirada se va a centrar en los Centros de Secundaria que son los que más  conozco por mi trabajo en ellos como asesora y, en algunos casos, como profesora de aula.

El departamento de Educación de mi comunidad autónoma, en estos últimos años, se ha gastado una más que importante cantidad de dinero destinado a dotar a los centros escolares de video-proyectores, pantallas, pizarras digitales interactivas, portátiles para cada alumno o alumna de 5º y 6º de Primaria y 1º y 2º de la ESO, armarios para recargar las baterías de los portátiles…

Además, desde los Centros de Apoyo a la Docencia (Berritzegunes) y de los cursos Prest Gara antes llamados Garatu, se ha ofertado una amplia variedad de formación destinada a acompañar e iniciar al profesorado en el uso de las TICs, no sólo a nivel teórico y  técnico, sino también haciendo hincapié en la necesidad de un cambio metodológico en el aula donde el aprendiz aprenda “haciendo” y pueda llegar a convertirse en protagonista activo de su propio proceso de aprendizaje.

Como estamos en el país de la queja continua, una gran mayoría del profesorado que seguía aferrada al libro de texto e instalada en la zona de confort, se quejó de que no existían en la Red buenos recursos para poder utilizar y trabajar directamente con su alumnado. La respuesta llegó rápidamente, ya que el Berritzegune Central y algunos profesores liberados se pusieron manos a la obra para crear recursos listos para llevar directamente a la clase. El profesor sólo tenía que animarse un poco, y probar y evaluar junto a su alumnado dichos materiales.

Y, ¿cuál ha sido el resultado de la llamada Escuela 2.0.? Desgraciadamente y con mucha tristeza, tengo que decir que se ha quedado en manos de las profesoras y profesores de siempre, almas inquietas en pro del cambio en el aula y que saben responder a un alumnado que es del siglo XXI y no del siglo XIX, como algunos docentes a día de hoy siguen creyendo. Estos buenos profesionales se pueden contar con los dedos de la mano y, año tras año, vuelvo a ver sus caras alegres y sonrientes en formaciones, jornadas, reuniones de intercambio de experiencias, etc.

Pero no todo es oscuro y negativo ya que, gracias a Internet y a las Redes Sociales, los docentes motivados, inquietos, ilusionados y ávidos de cambio nos hemos podido poner en contacto para compartir ideas, recursos, experiencias, proyectos, formaciones, emociones y sentimientos. Nos hemos convertido en amigos virtuales traspasando barreras políticas, geográficas, ideológicas, religiosas e idiomáticas.

Para terminar, me gustaría contar una anécdota que me ocurrió el curso pasado a última hora de una mañana de invierno, cuando entraba en el aula a dar una de mis clases. Como aún era temprano, la clase estaba vacía, a excepción de un alumno de 1º de la ESO que no conocía y que un profesor había expulsado de clase. Según me dijo, el motivo de la expulsión había sido que en un momento de la explicación del docente éste aprendiz, todavía un niño, se había levantado repentinamente de la silla.
Y, sin yo haber abierto la boca, continuó su explicación con estas dos frases que me llegaron directamente al alma.
“Hoy se me ha hecho la mañana muy larga, ya que los profesores han estado todas las horas explicando sin parar”. “Me divierto más cuando tengo yo que hacer las cosas” 
¿Alguien da más?
Como yo no pierdo la ilusión por enseñar y aprender  sin parar, en esta wiki voy recogiendo los proyectos que trabajo en el aula, los cuadernos on-line de mis alumnos, mis reflexiones y, por supuesto, la evaluación de la experiencia de mis chicos y chicas.
Y ahora a disfrutar con diferentes momentos de aprendizaje ...




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martes, 2 de diciembre de 2014

10 años de estar juntos: luces y sombras de la Educación 2.0



Vengo a compartir con vosotros, a través del blog de Domingo, mi visión personal de los últimos 10 años en el mundo de la Educación. Han sido unos años maravillosos, en los que he tenido la fortuna de compartir experiencias increíbles con personas excepcionales y, también como no, algunas decepciones. La vida misma. Si tengo que destacar un cambio por encima de todos, ha sido la irrupción de Internet en la Educación, no sé si también en la Escuela. Una irrupción que, personalmente, me llenó de ilusiones porque gracias a Internet conocí a personas que de otra manera nunca hubiese conocido y compartí con ellos la misma pasión por la Educación que yo tengo. Esas personas, en mi caso, han estado vinculadas mayoritariamente a Aulablog, asociación a la que he estado vinculado en estos años, aunque no sólo, ya que muchas otras fantásticas personas las he conocido en encuentros presenciales o virtuales. ¡Eso es increíble!

En estos años han surgido asociaciones y colectivos más o menos formales que han propiciado el encuentro de profesores de cualquier ámbito. Ese aspecto social y humano es, sin duda, lo mejor de estos años. Fruto de esos encuentros, la Red se ha llenado de proyectos y experiencias educativas, muchas colaborativas, otras menos, pero experiencias que tienen en común el uso de la tecnología y las ganas de hacer cosas diferentes. 

Hemos creído en estos años en la capacidad de compartir, de aprender unos de otros, de comunicar al mundo entero lo que hacemos en las clases. Hemos creído, también, en las ganas de transformar la Educación pensando que las TIC serían los aliados definitivos. Hemos creído, en estos diez años, que la seríamos una marea infinita de profesores que ya no nos íbamos a conformar con lo de siempre. Hemos creído que la Escuela iba a cambiar para siempre y que Internet sería parte de ese cambio.
Hemos sido utópicos porque pedíamos lo imposible.
En estos diez años, hemos pensado que la tecnología cambiaría la Escuela y, cuando la tecnología llegó a la Escuela de forma desigual, caótica y desestructurada, comprobamos que la Escuela es capaz de fagocitarla para que todo siga igual, o casi.
No deberíamos hablar de tecnología sino de enseñanza y aprendizaje
En estos años de pasión tecnológica conviene recordar que debemos siempre mirar la esencia de lo que ocurre en las aulas: enseñar y aprender. Muchas veces, a pesar del profesor, los alumnos aprenden. Ese acto, ese ritual, es la clave de todo y ahí, sin duda, es dónde debemos poner el foco de nuestro trabajo. Sin embargo, en estos diez años juntos, he visto que mucha tecnología y mucho Internet no cambian unas prácticas educativas muy asentadas, especialmente en los modelos de enseñanza y evaluación en los que el rol del profesor parece inmutable.
No nos volvamos locos, compañeros
Finalmente, hago una reflexión en voz alta. Hemos pasado de compartir entre amigos, de ayudarnos de forma desinteresada y difundir experiencias en blogs a competir por premios y reconocimientos, tan fugaces como un RT. Soy consciente de que nuestra tarea en el aula quizás no esté suficientemente valorada. Pero en esa búsqueda legítima de reconocimiento nos hemos dejado abrazar por instituciones, empresas o el minuto de gloria en redes sociales olvidando que son los alumnos y sus familias quienes deben reconocer nuestro trabajo, además de la Administración.

Me quedo en estos diez años con lo mejor de la tecnología: las personas.Y Domingo, con el  que sólo he compartido un par de ratos en estos años, es una de esas personas que admiro por la pasión que tiene por su trabajo.

¡Seguimos en la Red!

Las aulas del futuro

 Que el mundo educativo muchas veces se deja influenciar  en función de modas,  unas más pasajeras que otras , es una realidad que para nada...