sábado, 10 de julio de 2010

De libros de texto y/o digitales

Tras leer estupendas entradas de Jordi Adell, Manuel Area y Anibal de la Torre sobre libros digitales y de texto desde diferentes perspectivas, bien sea desde ámbito editorial, de la administración educativa y de los docentes, me han tentado a escribir sobre el tema, y me lanzo a ello de la manera más explícita posible.

Antes de nada aclarar que hasta el día de hoy , no tengo claro lo que es un libro de texto digital, es decir no sé lo que es exactamente, porque lo que me han mostrado como libro digital no deja de ser un libro de texto de los de toda la vida metido dentro de la pantalla de un ordenador al cual le han añadido unos hiperenlaces, unos vídeos y unas cuantas animaciones, por lo tanto tiende a perpetuar en el tiempo un tipo de enseñanza unidireccional, academicista, poco colaborativa y nada creativa, es decir, todo lo contrario a los que nos propone eso que genéricamente llamamos escuela 2.0.

No tiene sentido, no veo ningún avance, ningún cambio, ninguna innovación en la propuesta de estos supuestos libros digitales, no favorecen un avance metodológico a una forma de enseñar y de aprender más participativa y colaborativa , ni un nuevo tratamiento de los contenidos, ni un enfoque diferente a la evaluación, por lo tanto creo que nos ofrecen más de lo mismo, contemplando a los alumnos como consumidores de contenidos y no como productores de los mismos repitiendo unos esquemas caducos y anacrónicos para los tiempos que corren y que correrán.

No estoy para nada en contra de los libros de texto, no podría estarlo, en la escuela no sobra nada que valga para la transmisión y la adquisición de la cultura y del conocimiento y los libros, evidentemente lo son , de lo que estoy en contra el del uso abusivo de los libros de texto como única y casi exclusiva fuente de conocimiento en las aulas , estoy en contra de la mala calidad de muchos de ellos en cuanto a la presentación de contenidos y actividades, de que sean los que marquen la agenda de alumnos y profesores y sean los amos de la clase.

Nuestros alumnos del siglo XXI necesitan otro tipo de herramientas para acceder a la conocimiento y a la cultura, el libro de texto tal y como lo conocemos y el maestro que lo siga al pie de la letra, como muchas veces ocurre, son incapaces por ellos solos satisfacer las necesidades de nuestros alumnos digitales, se hace necesario el abandono de estas prácticas excesivamente librescas y academicistas para ir evolucionando a unas formas de enseñar y aprender basado en lo digital, en la colaboración, en la elaboración y difusión los propios contenidos de aprendizaje y por consiguiente en otras formas de entender la evaluación, que esta deje de ser ese examen de diez preguntas a un punto por pregunta correcta.

Me gusta no hablar de oídas , llevo 27 años en la escuela y si de algo intento huir en la vida es de la rutina y de la mediocridad, por ello me gusta predicar con el ejemplo, así en febrero pasado tuve la suerte de participar, junto con otros compañeros, en el II Encuentro de experiencias 2.0 organizado por el ITE y allí presenté mi experiencia de algunos años sin libro de de texto y de la cual se puede ver un resumen y sobre todo la opinión de mis propios alumnos contando con toda naturalidad lo que hacemos en clase y os aseguro que aprenden más y mejor.

Las aulas del futuro

 Que el mundo educativo muchas veces se deja influenciar  en función de modas,  unas más pasajeras que otras , es una realidad que para nada...