Confieso que me lo creí, es más, hubo un momento en que casi estaba convencido de que aquello iba en serio, que ahora si, que por fin teníamos los ingredientes y la capacidad de salir de esa escuela rancia de libro y examen, de esa escuela de la de toda la vida a otra escuela de ahora del siglo XXI en donde otro otro tipo de enseñanzas pero sobre todo otros tipo de aprendizajes fueran ganando camino a esa escuela añeja de solo tiza y pizarra.

Aquello de la Web 2.0 , esa eclosión de herramientas, los blogs, las wikis, los podcast, los vídeos,las redes sociales... , daba la impresión de que la escuela no podría aguantar mucho tiempo si introducir todo esto en sus aulas, aún sabiendo que el proceso sería lento pero continuo e irreversible. Así ocurrió que, gracias por ejemplo a este blog en un principio, empiezas a conocer a otras personas, docentes que como tu, se ilusionan fácilmente con todo este nuevo que las TIC nos traen, se abren puertas y ventanas, de acortan las distancias y desaparecen los muros de la escuela, y ya tus compañeros de ahora ya no son los de tus claustros sino que son todos aquellos que independientemente de donde esté su escuela o domicilio puedes intercambiar con ellos experiencias, pareceres, puntos de vista, aprender de uno y de otro pero sobre todo sobre todo, sentir ese aliento cercano de gente que busca una escuela diferente con TIC o sin TIC pero diferente.
Llegó un momento que todos nos apuntamos a lo 2.0, daba la impresión de que la persona que no fuera un poco 2.0 quedaba fuera de algo que no se sabe muy bien qué, pero que tenía que ver con la modernidad, con la innovación y así hasta incluso hubo un gobierno y un ministro de educación 2.0 y una escuela 2.0 bien intencionada, pero cuando la cosa se tenía que poner en serio eso era otro cantar.
Algunos vieron en la escuela 2.0 un buen negocio, otros vieron oportunidades de lucir su palmito por cantidad de eventos educativos en donde asombraban al mundo con sus magnificas presentaciones y creaciones 2.0 dotadas de un buen discurso e hilo argumental, pero cuando había que bajar a la arena del aula se convertían en fuegos de artificio. Muchos de los responsables directos y asesores al uso encargados de dinamizar lo 2.0 se vieron en la necesidad de vender un producto del que no tenían mucha idea, organizado cursos, jornadas, eventos con el mismo formato y casi siempre centrados en las herramientas y no en las metodologías y no son pocos los maestros que miraban de reojo todo esto y mirando para otro lado a ver si escampa como así ha sido.
Al final queda una amplia comunidad de docentes conectados, comprometidos, innovadores de verdad, entusiastas de su profesión que gracias a las Web 2.0 se han visto en el escaparate y han mirado otros escaparates, cada uno de ellos mostrando, de verdad, su mejor cara sin ningún tipo de interés y mirando hacia adelante, a pesar de que por delante se atisba una LOMCE para la que todo lo que huela a 2.0 es malo y no tiene nada ver con lo que los alumnos del siglo XXI necesitan. ¡¡¡ SEGUIMOS!!!