He de confesar que hay cosas que parecen tan obvias y de tanto sentido común que no cabrían en ninguna discusiones y/o debates al uso pero visto lo visto y oído lo oído, no deja de sorprenderme que a estas alturas de la película con pandemia incluida, haya gente que ponga en duda a la ciencia y al trabajo de los científicos y no pongan la salud a la altura que le corresponde dentro de sus prioridades que a mi juicio está por encima de todo y no es una frase hecha.
Creo que en este país nuestro ha vivido y vive de espaldas a la ciencia y la investigación, desde el conocido ¡que inventen ellos! de Don Miguel de Unamuno hasta nuestros días, y creo que en cierto modo, se ha convertido en un indicador negativo de eso que algunos llaman "marca España".
En la España de Machado de charanga y pandereta cerrado y sacristía, pensar en ciencia tendría que ser algo extravagante y puede que para muchos innecesario, ¡que inventen ellos!, y así en un país del que podemos presumir de pintores, escritores..., a los científicos apenas los podemos nombrar con los dedos de una mano, Santiago Ramón y Cajal, Severo Ochoa...,Si preguntamos a nuestros escolares o a la población en general sobre los grandes hitos de la ciencia en España seguramente muchos tendrán verdaderas dificultades para nombrar más de dos o tres. En nuestro sistema educativo no se ha procurado que nuestros alumnos asocien la ciencia con la idea de progreso, bienestar y salud y se ha presentado como algo abstracto y poco o nada relacionado con su vida y experiencias diarias. Las inversión del estado en ciencia siempre ha estado y está por debajo de la media de la Unión Europea. No somos un país de ciencia, no nos han educado para valorar la ciencia y son pocos lo padres que animan a sus hijos a que se dediquen a la investigación.
En este contexto y con esta pandemia afrontamos todos nosotros una experiencia vital y esperemos que irrepetible, aunque no estoy muy seguro, en donde la única salida posible nos la tienen que dar los científicos , esa ciencia denostada, arrinconada e incluso negada por los imbéciles. Nuestra salud, nuestro bienestar y el de nuestros padres, hijos y abuelos, depende más que nunca de la ciencia y de los científicos. Creo que no podemos buscar otras salidas diferentes a las que no de la ciencia, la ciencia es la única salida, muy por encima de la charanga, la pandereta y la economía.
No deja de preocuparme el comportamiento de la clase política y de mucha ciudadanía que, otra vez de espaldas a la ciencia, prioriza la economía, las luchas partidistas e incluso la ignorancia más superlativa por encima de la salud como bien supremo. Me resulta tremendamente escandaloso, que después de estar pasando el peor mes de la pandemia con todos los indicadores disparados por salvar la Navidad, ahora hablan de salvar la Semana Santa, sin duda seguimos ignorando a la ciencia, esta pandemia es un aviso, solo un aviso.
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