En estos tiempos de pandemia que corren y que desde el confinamiento nos hemos visto todos obligados, (con más o menos éxito, con más o menos competencia digital pero con la mejor de las voluntades), a utilizar una virtualidad en la enseñanza y, todos raudos, nos pusimo al dia en herramientas , aplicaciones y objetos digitales, que nos hicieran posible dar unas clases que se acercaran a la realidad del aula lo máximo posible y así se ha intentado trasladar a la virtualidad, a lo telemático lo que se solía hacer en la presencialidad del aula.
Se trataba de llegar a los alumnos, de que estos tuvieran sus explicaciones, tareas y claro, sus exámenes, hay que poner una nota, (no hablo de evaluación eso es otra cosa) es decir, seguir los pasos de la presencialidad en un entorno nuevo también hostil para muchos, tanto docentes como para alumnos con diferentes circunstancias.
Si bien es cierto que el cambio fue muy brusco e inesperado, no es menos cierto que hasta entonces en la realidad de muchos centros educativos y de muchos docentes, el uso de la herramientas digitales giraban en torno a un modelo educativo excesivamente libresco y academicista y estas se utilizaban de una manera tangencial sin la explotación didáctica pertinente que estas herramientas nos ofrecen, actuando de mero acompañante vistoso y confundiendo eso con innovación.Así las cosa, nos cayó encima una evidencia, y nos dimos cuentas que no estábamos preparados para hacer cosas diferentes de la clase con las mismas herramientas o más de las que utilizamos en clase presencial y hay quien piensa que el problema son las herramientas al intentar reproducir esas prácticas, insisto, excesivamente librescas y academicistas, en la complejidad de la virtualidad.
No, no se trata de herramientas, ni de muchas ni de pocas, no se trata de utilizar las últimas, las más vistosas, impactantes y espectaculares, no se trata de asombrar a nadie, se trata de que nuestros alumnos aprendan, respetando sus propios ritmos de aprendizaje, de abrirles puertas a su imaginación, de proponerles tareas educativas de respuestas abiertas, de favorecer el pensar sobre el repetir, de favorecer la investigación, el trabajo en equipo..., en definitiva, se trata de utilizar estas herramientas al servicio de propuestas metodológicas innovadoras que no por hecho de utilizar las mejores herramientas se diga que se está innovando.
Comentarios
Con respecto a esta información, me parece que es relevante concienciar a la sociedad de la importancia de la formación en distintos ámbitos. Quiero decir que, en situaciones difíciles como la actual, todo el mundo ha tenido que adaptarse a una nueva realidad, en relación a las nuevas tecnologías, que hasta a los nativos digitales les ha sido difícil de afrontar. Por otro lado, llevar una enseñanza presencial a una enseñanza online es algo que no se ha podido realizar de manera adecuada por la falta de formación, tanto de docentes, como del centro y del alumnado.
Además, la aparición de herramientas digitales en los centros educativos como medio de innovación, no resulta eficiente sino se saben utilizar dichas herramientas para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por eso, no se trata de herramientas, como bien dices, sino de saber utilizarlas con fines educativos que lleven a que los alumnos aprendan, que fomenten el pensamiento crítico, el trabajo en equipo....y que dejen a un lado la reproducción y la memorización.
Es por ello, que hay que seguir formándose constantemente.
Esta nueva realidad, se intentó llevar a cabo de la mejor manera pero es cierto, que debido a la falta de formación y a la rapidez en la que se hizo todo, no estamos realmente preparados para hacer cosas que hacíamos en las clases presencial. Esto ocurre, por la falta de formación de todos, es decir, del centro y de los docentes, y de los propios alumnos. Pero esto va más allá, a pesar de todo esto, cada niño tiene un ritmo distinto de aprendizaje por lo que la cuestión en si no son las herramientas que utilicemos, si no el fin con el que se utilicen. Debemos de utilizarlas con fines educativos para que podamos aprender dejando de lado, lo que actualmente ocurre, la memorización de los conocimientos y la reproducción de los mismo.
Las herramientas que actualmente estamos utilizando pueden ser de gran ayuda, siempre y cuando se utilicen con unos fines educativos y con una intención pedagógica. Respetando siempre el ritmo de cada uno de los alumnos. Sólo entonces será eficaz en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
estoy totalmente de acuerdo contigo, no se trata de usar las mejores herramientas para estudiar o impartir clase, se trata de que los alumnos puedan aprender a su ritmo, con creatividad, descubriendo y se puede hacer sin tener el último ordenador o el último móvil.
Está claro que a día de hoy y con la situación que estamos viviendo, se necesita estudiar a distancia, desde la virtualidad, algo para mi parecer muy frío pero necesario.
Aún así, Creo que impartir clase desde la virtualidad va a crear nuevas formas de aprendizaje que pueden ser beneficiosas para los estudiantes y salir así de los métodos tradicionales, siempre y cuando sepamos utilizar las herramientas adecuadamente.